En Palestina Caín sigue matando a Abel
Pedro Pierre / alainet.org
Desde unos 10 días nos quedamos horrorizados por los bombardeos de Israel en el pequeño territorio de Gaza en Palestina. A la fecha (19 de mayo) son más de 213 los muertos palestinos entre ellos 61 niños y 36 mujeres. Los heridos suman más de 1,400.
Han sido destruidos más de 70 edificios y 700 viviendas, sin hablar de escuelas, carreteras e infraestructuras severamente dañadas. Es la lucha desigual y mortal del perro contra el tigre:
¡Caín vuelve a matar a Abel! frente a la mirada mundial atónita. «Sólo tengo 10 años. Lloro cuando veo esto cada día y me preguntó a mí misma ¿Qué hemos hecho para merecer esto?», dijo una niña palestina.
Son 73 años de invasión y destrucción por parte de Israel, posibles porque Estados Unidos y Europa amparan a Israel por mantener, mediante su complicidad, el control del petróleo y de los países del Medio Oriente.
En vano la ONU (Organización de las Naciones Unidas) condenan Israel año tras año: con el veto que se ha acordado, EE.UU. impide la aplicación de tales resoluciones. Desde 1967 la ONU exige a Israel retirase de los territorios que ocupa ilegalmente y el 7 de mayo pasado declaró “que las expulsiones forzosas de familias palestinas son un crimen de guerra y violan el Derecho Humanitario”.
La invasión de Palestina por Israel comenzó en 1948 cuando la mismo ONU, impulsada por Inglaterra y Francia, permitió a un movimiento religioso-político de judíos fundamentalistas y fascistas ocupar la mitad del territorio palestino sin el consentimiento de estos últimos.
Desde esa época Israel no ha dejado de invadir más espacios dejando a los palestinos sólo el 15% de su territorio ancestral. Más, Israel, en su locura colonialista, ¡sueña con ocupar el Medio Oriente del río Nilo de Egipto hacía el río Éufrates de Irak más allá de Jordania y Siria incluidos!
En cuanto a los palestinos llegamos a la catástrofe humanitaria. En total son unos 13 millones de habitantes, pero solamente viven en su país con libertad limitada en su propio 4 millones, mientras 5,4 millones en campos de refugiados tanto en 2 provincias del país como también en Siria, Líbano y Jordania. Los demás 3,6 están dispersos por el planeta.
¿Hasta cuándo la tan mentada “Comunidad Internacional” estará permitiendo tal genocidio? En cuanto a la religión, 90% son musulmanes y 10% cristianos, en convivencia pacífica desde siglos.
Este conflicto comenzó por unas protestas contra el desalojo de familias palestinas en un barrio de Jerusalén Este, en favor de colonos judíos. Jerusalén Este es una parte de la ciudad ocupada y anexionada ilegalmente por Israel, según el derecho internacional. Los ultranacionalistas judíos desafían regularmente la prohibición de entrar en la explanada del templo de Jerusalén, estando en territorio palestino, lo que provoca tensiones con los palestinos. Otro factor de tensión es la policía israelí que controla los accesos a la explanada y prohíben en cualquier momento el acceso a este lugar sagrado. En este ciclo de violencia 10 personas israelíes han perdido la vida, entre ellos un niño.
Se entiende el reclamo en la ONU del canciller palestino que compara a Israel a un «ladrón armado» que «aterroriza» al pueblo palestino: «Destruye nuestros hogares, oprime a nuestra gente, generación tras generación, década tras década, y luego reclama un derecho a la seguridad que nos niega».
Mientras tanto el primer ministro israelí advierte que “van a continuar pagando caro, todavía no ha acabado”. Esto significa “el fin del Estado de derecho y legitimación del racismo” (Slavoj Zizek). El director del Comité Internacional de la Cruz Roja lamenta: «La intensidad de este conflicto es algo que nunca habíamos visto antes».
La Asociación ‘Reporteros sin fronteras’ acaba de enjuiciar al gobierno de Israel en Corte Penal Internacional de La Haya, Holanda, por crímenes de guerra. Papa Francisco llama a la paz entre palestinos e israelíes para que cese la «inaceptable» escalada de la violencia en la Franja de Gaza.
Sostiene el presidente turco que «toda la humanidad debe unirse contra el Israel ocupante que ataca santuarios», ya que no solo afecta a la población palestina, sino a «todos los musulmanes, cristianos y la humanidad toda». «La masacre sigue hoy», dijo secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
El Consejo de Seguridad de la ONU y la mayor parte de los países del mundo apoyan la solución de dos Estados: Israel y Palestina, y rechazan la destrucciones y ocupaciones anexionistas. Pero Israel se opone a tal solución y el gobierno de los EE.UU. ha obstruido por años los esfuerzos diplomáticos al respecto. ¡Además unos días antes del conflicto EE.UU. vendió a Israel ‘armas de precisión’, acaba de informar The Washington Post.…!
Son innumerables las organizaciones solidarias, unas en Ecuador, que actúan en favor de los derechos de los palestinos, exigiendo a los países, en particular los que controlan las decisiones de la ONU, a dar término al genocidio, al apartheid contra los palestinos y a la ocupación militar de sus tierras ancestrales por parte de Israel.
Han tenido en numerosos países, inclusos latinoamericanos, manifestaciones contra las actuales actuaciones criminales de Israel. En París una pancarta decía: “Realmente Israel es terrorista”; en Madrid: «El silencio de unos es el sufrimiento de otros».
Dejemos de quedar indiferentes y pasivos frente a tales atropellos… La vida y la verdad están en el amor. Recordemos la afirmación de la carta de Juan: «Quien diga que cree en Dios, y no ama a su prójimo, miente».