LA VIRGEN DE URKUPIÑA Y LA IDEOLOGÍA DEL MESTIZAJE
Max Murillo Mendoza / katari.org
Las clases altas y medias de Bolivia, en este proceso de cambio se convirtieron en mestizas, es decir en cholas por conveniencia, es decir no quieren ser parte de nuestras nacionalidades. La ideología mestiza es lo más racista como fenómeno social y económico.
En esencia sus ideólogos como Carlos de Mesa, creen místicamente que en Bolivia hubo un proceso de mestización de nuestras sociedades. Lo cual es la mentira mejor construida por las oligarquías extranjeras de Bolivia.
En Bolivia nunca hubo un proceso de mestización, lo que quiere decir una mezcla de razas en igualdad de condiciones. No de sólo de razas, sino de religiosidades, de costumbres, de mentalidades, de idiosincrasias, en definitiva de maneras de ver el mundo. Lo que hubo en Bolivia es una imposición violenta y sangrienta de unos blanquitos contra los indios. Y eso pues no es mestizaje. Mestizaje hubo, con sus propios problemas, en Brasil o Chile o Perú.
Los discursos y las salutaciones que se han dado en Urkupiña es que dicha virgen es la reina del mestizaje. Tantas mentiras para encubrir un proceso violento y sangriento como fue el proceso boliviano, desde la colonia yapado con más sangre en la república.
Los amestizos de las oligarquías, es decir cholos, se dicen porque no quieren reconocer a nuestras nacionalidades, no quieren desde siempre pertenecer a nuestras historias, por lo que han encontrado la excusa perfecta en la ideología del mestizaje. Se dicen a sí mismos amestizosados para diferenciarse de los indios.
Ahora los mestizos son incluso los colonialistas más blancos que hay por el oriente boliviano, incluidos los de los apellidos extranjeros. Esa ideología del mestizaje que sigue buscando la superioridad de los blancoides, lo que en sus actitudes racistas de estos años no han cambiado substancialmente de lo que eran hace siglos.
Esa ideología racista encubierta para justificar todo en contra de lo indígena, en contra de los avances más importantes de nuestras nacionalidades. Algunos especialistas o ideólogos del mestizaje, incluso creen que hubo sincretismo. Es decir, un diálogo entre las costumbres y religiosidades prehispánicas, con las del invasor occidental: cristianismo y visiones culturales. Pero también mienten y engañan.
En Bolivia no hubo sincretismo, sino en algo con las artes y algunos testimonios arquitectónicos; lo que nunca quiere decir en las mentalidades, costumbres y visiones culturales. Pues sí, el mestizaje forzado y violento jamás dio paso a una integración cultural y realmente a una mezcla de iguales.
Lo claro es que no tenemos por eso cultura mestiza, o pintura o literatura. La literatura de los coloniales sigue nomás siendo con esos cánones occidentaloides y sacro santas miradas de esa literatura y sus imágenes. Y la creación de lo indio siempre fue reprimida, violentada y excluida de todo ambiente intelectual o de las llamadas artes mestizas.
En todo caso en estas mentalidades coloniales, pues las nacionalidades indias no tienen ninguna posibilidad de recreación o creatividad de su propia filosofía y arte. Es también una afirmación ideológica la expresión Virgen de la integración, en unas sociedades donde nunca hubo integración, sino exclusión como lógica de comportamientos y costumbres desde las altas cúpulas sociales y económicas.
La iglesia, o las iglesias, desde siempre fueron el instrumento ideológico más importante de esas lógicas de la exclusión, a pesar de los sermones o la caridad hacia los más pobres, que son sólo lavados de consciencia de unos poderes terrenales comprometidos con los más ricos, es decir mestizos.
De hecho en esas fiestas de la integración los beneficiarios y beneficiados, siempre son los más ricos y los poderes establecidos. Para los pobres sólo queda la esperanza, y las ilusiones de un paraíso lejano y difuso. Sólo la farra integra por unas horas, para vender alcohol y demás consideraciones pecadoras. Después todo lo demás vuelve a su ciclo de anti integración y segregación social como económica.
Existe ciertamente un esfuerzo mayor de los ideólogos del mestizaje, en justificar que nuestras sociedades se han mestizado, es decir se han igualado. Porque las conquistas de los pueblos indígenas, a pesar de los terribles contratiempos que occidente le impone, avanzan.
Ante ese miedo al indio pues intentan consolidar a las ideologías del mestizaje; pero para diferenciarse de lo indio, para no ser de nuestras nacionalidades. Esas costumbres coloniales del mestizaje, tienen como objetivo último el de oponerse al avance de las naciones indígenas.
No es para rescatar y promocionar supuestos valores de lo cholo mestizo, sino para atacar lo indígena. En suma es otra actitud más racista colonial, encubierto intelectualmente como pensamiento mestizo. Sí, la colonialidad hoy es mestizaje. Ahí empiezan a coincidir todas las ideologías de las cúpulas altas y medias de Bolivia. No desean articularse a nuestras historias milenarias y distintas, sino seguir diferenciándose de lo indio.
Por todo eso sus esfuerzos son supremos y enormes, para mostrar al mundo que en Bolivia hubo mestizaje. Todas las oligarquías se considerarán en las próximas elecciones como mestizas, incluidas las que llevan apellidos exóticos y son representantes de las colonias extranjeras. En todo caso, mejor saberlo e identificarlos para desenmascararlos en sus intencionalidades políticas. Pero será así, ya vemos como utilizan a la religión en esos fines sutiles y coloniales. En fin.